NAVEGAR ENTRE ICEBERGS Juan M.Serrano. Una gran historia la del Titanic , se han hecho muchas versiones pero en el libro de Juan M. Serrano , este nos indica todas las fases que existen en un proyecto normalmente empresarial, pero que también puede ser personal. Es mucho mejor ser proactivo en el momento de prevenir los errores que podemos cometer en la gestión. Un placer leer el libro y con este pequeño resumen me gustaría que sirviera para que se leyera pues nos muestra como puede ser muy importante el tener en cuenta todas las posible vicisitudes que se nos presentan.
Tenían la mejor tecnología. Tener la mejor tecnología es fundamental. Sobrestimar esta ventaja puede ser mortal.
Tenían el mejor equipo humano. Algo muy Bueno, pero que nos hace infalibles.
Solo podían ver la proa. La bifocalidad, ¡tan necesaria en equipos customer cèntric¡
No podían reaccionar. Es buena idea aprovechar las olas de la adversidad para ayudarnos a corregir ineficiencias.
No podían oír. Estar atentos a los avisos del entorno; actuar a tiempo .Inteligencia y humildad.
No podían salvar… porque esto no iba a ocurrir. En gestión de clientes, lo inesperado ocurre siempre. ¿Estamos preparados?
No podían vencer sus dos inercias.. Las prácticas con éxito del pasado no necesariamente resuelven los problemas del futuro.
¿Por qué iban tan rápido? Conseguir el liderazgo del mercado es buena idea. Tomar atajos no suele serlo.
Una segunda inercia aún más peligrosa: la de un equipo brillante, de reconocido prestigio, con dilatada experiencia.
El fatídico efecto de la mejor maniobra… en el peor momento. Lo importante hay que hacerlo antes de que se convierta en urgente.
De “insuficiente para salvar” a… “imprescindible para hundir” El problema del sesgo inconsciente en la toma de decisiones.
» No te pierdas en problemas parciales. Vuela hacia donde logres una visión global, sobre el problema grande, en su totalidad, incluso aunque esa visión sea todavía confusa.
Ver un problema desde una perspectiva parcial, desorientadora, sin ser conscientes de ello, puede ser más peligroso que no tener ninguna perspectiva en absoluto. Incluso aunque no seamos conscientes de ello.»