Las palabras que expresamos tienen el poder de hacernos sentir bien con nosotros, con los demás y con el mundo en general. También pueden limitarnos y hacer que nos sintamos mal. Debemos saber como usar un lenguaje más positivo.
Prestar más atención a las palabras que utilizamos es importante para expresar claramente lo que queremos decir y nos permitirá tener un lenguaje más positivo.
Pequeños cambios en nuestro lenguaje nos permitirán expresiones más positivas que favorecerán nuestras relaciones, nuestros mensajes y creará confianza en quién nos escuche.
La escritora Gill Hasson, una gran experta en inteligencia emocional, en su libro “Practica el Pensamiento Positivo”, nos presenta unas pautas con respecto a como emplear ciertas palabras.
Nos dice : “Sustituye las negaciones por afirmaciones y los “no puedo” por “puedo”. Creemos afirmaciones que nos permitan tener un lenguaje siempre positivo, es mejor decir lo que podemos hacer que lo que no podemos.
No empleemos como generalización las palabras: “nunca”, “todo” y “siempre”, tienden a crear sentimientos de frustración y decepción.
La palabra “todavía” nos da la opción de que nada está definido y en el lenguaje positivo nos indica que cualquier cosa tiene solución.
La Sra. Hasson nos habla de dos palabras : “pero” e “y”. “Pero” es una palabra que normalmente minimiza las palabras anteriores, en muchos casos las misma frase sustituyendo el “pero” por “y” dará a la frase un carácter más positivo.
En ciertos momentos la palabra “pero” devalúa las palabras que le preceden, emplear en las frases la palabra pero quita valor a lo que si se hizo.Emplear la palabra “y” da una continuidad a la acción, “quedan cosas por decir”.
La palabra “y” impulsa a completar la frase de manera positiva, que es lo que nos interesa cuando comunicamos.
La palabra “pero” también funciona al revés, podemos hacerlo servir para dar carácter positivo a una frase que se inicia con un pensamiento negativo.
Para finalizar un pequeño paso sustituyendo las palabras “debería” o “no debería” por la palabra “podría”. Cuando empleamos la palabra “podría” estamos decidiendo sobre lo que pensamos, decimos, sentimos y hacemos.
No olvidemos que vivimos en una sociedad globalizada y que «somos lo que compartimos y escuchamos».