Siempre se ha contemplado el entrenamiento deportivo como necesario para lograr unos objetivos en cualquier deporte, es una lucha para tener éxito en la gestión de frustraciones.
La palabra Talento,en deporte, se define, lo hago sucintamente, como la predisposición innata de una persona para la práctica de un deporte.
El entrenamiento sirve para que día a día los atletas deban superar obstáculos, sufran frustaciones cuando su objetivo no se alcanza.

En la vida diaria y empresarial, la formación es necesaria e importante, en muchos momentos vital, pero ¿nos preparamos para gestionar y sobre todo superar las frustaciones?.
Otra pregunta ¿es necesaria esa preparación en nuestra vida personal? ¿pueden superarse las frustaciones en la empresa sin una preparación anterior en nuestra vida personal?.

Como en el deporte, cada persona será un entrenador y tendrá su opinión sobre esos temas.
Mi opinión: entrenamiento, duro entrenamiento en gestionar y superar cualquier frustación que vivamos.
Gestionar las frustaciones es un objetivo primordial en la vida, pero se convierte en un objetivo imprencidible en en el entorno empresarial. No es fácil tener un revés en uno de nuestros objetivos y aceptar como positivo la parte que nos da de aprendizaje y quizás también de cura de humildad.
Una formación contínua nos ayudará en nuestro crecimiento, nos ayudará en nuestras opiniones, el saber no ocupa lugar, pero la estabilidad e inteligencia emocional nos será imprescindible para que nuestros conocimientos puedan ser exponenciales.